21 noviembre 2011

EL DIA "DISPUES"

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

No, hoy no es un día cualquiera, es el día "dispués", sí, el día "dispués" de que cada paisano haya depositado su papeleta de sitio y en el recuento pertinente haya salido otra vez la derecha por aclamación popular. Así que nada más levantarme y, antes de lavarme la cara, lo primero que he ido haciendo es buscar todos los cinturones y correas de la casa para que el zapatero del langostillo me haga media docena de "buquetitos", como diría mi "agüelo", ya se sabe que hombre prevenido vale por dos, con que por apretar no quedará.
Así que de esta guisa he emprendido mi quehacer diario, mirando celosamente que todos los teléfonos, faxes y correos de distinta índole estuvieran conectados y en perfecto estado de orden y revista, pues es de todos sabido que antes de que acabe el día no espero menos de una docenita de trabajos bien remunerados. Ahora que lo pienso, el que lo tiene chungo es mi amigo Carlitos porque ahora sí que lo llaman fijo pa trabajar, bueno, pues que se joda que no le hubiera votado al PP.
A la que se le ha cambiado la cara es a la pobre de mi suegra, Dios la guarde mucho tiempo entre nosotros (bueno, tampoco hay que pasarse). Pues eso, traía la cara como una jivia después de no sé qué vecina asesorá por afición de politiqueos y demás trapicheos le dijera que las pagas no contributivas no las van a dejar ni en el diccionario de la RAE, ojú chiquillo, que se le ha subio hasta el azúcar.
Pero por el que más lo siento es por mi padre, hombre de ideas fijas, de los que dicen que en su casa o se es bético y de izquierdas o te quita del libro de familia. Ayer a las siete y cuarenta y cinco ya estaba acostao y sin merendá si quiera.
Por cierto, no me voy a entretener mucho que quiero aprovechar para ir al médico antes de que sea de pago.

RING....RING...
Coño! el teléfono, ya te lo dije, de ésta no me escapo, a trabajar se ha dicho.

PD Juanma, tú no te "inrites", que con menos empezó Pelayo.

Atentamente,

El niño Gilena

13 noviembre 2011

De panelitos informativos.

Qué no hombre, que no son paneles informativos, que según la delegada de Turismo del Ayuntamiento de Morón (coño, ¿pero de esto hay en mi pueblo?) María Jimeno, que son paneles "PLANIMETRICOS". Ohú, que palabro, ni yo que soy del gremio de la planimetría, lo podía haber dicho mejor.
Pues eso, que no hace ni cinco días, que mi amigo el Niño Gilena, hizo descripción concisa y clara de la deplorable situación en la que se encuetra nuestro CASTILLO. De echo, no hace mucho, ambos los dos, hicimos un recorrido por los patrimoniales sitios de Morón y aquel día nos dieron ganas de llorar.
Pues resulta, que ahora van y quieren invocar a todo posible visitante para que suba a ver el Castillo y es que parece que quieren que se rían de nosotros por semejante dejadez.
Qúe pasa, que no se dan cuenta que las cosas hay que hacerlas con un cierto orden.
Primero habría que limpiar y adecentar, tanto las ruinas de la fortaleza, como el entorno, abandonado hasta el momento.
Comprendo que gran parte de la culpa del estado de la zona del CASTILLO, es la falta de civismo de los moronenses, pero bueno, esa no es razón para que las autoridades no se preocupen de salvaguardar el área. También comprendo que no está la situación como para acometer obras de restauracion y recuperacion del castillo, pero por lo menos, se puede tener limpio y presentable.
Volviendo a los "paneles planimetricos", recuerdo que tiempo ha, también los había por Morón, indicandote los sitios de interés y luego repartidos por ahí, te daban escueta explicación del sitio en cuestión. Con el tiempo desaperecieron.
No es que yo esté en contra de la colocación de este u otro tipo de elementos informativos. Al contrario, hay que hacer todo lo posible por incentivar el poco turismo que podemos atraér, pero "me se" revuelve el alma cuando veo a toda una Delegada, anunciando con bombo y platillo, semejante "chuminá", cuando de verdad lo que se tendría que haber abordado en Morón, desde hace mucho tiempo es, la limpieza, adecentamiento y recuperación tanto del Castillo como de los otros munumentos y lugares de nuestro patrimonio.

09 noviembre 2011

De un siete de noviembre

Que me perdone mi gente
por haberme "olvidao"
de lo que en un siete de noviembre
en Madrid había "pasao".
Todo comienza en Las Cabezas de San Juan
un pueblo de Sevilla
donde en mil ochocientos y veinte
se alza en armas exaltado
un asturiano valiente.
Con sueños de libertad
se levanta la noble Villa
y al mismisimo Fernando
hacen temblar la canilla.
Proclaman la Constitución
de mil ochocientos y veinte.
Cuanta pena de pasión,
cuanta pena de gente.

Ya se llevan a Riego
por las calles de Madrid
y no hay español con redaños
de meterse en esta lid.
Ya lo llevan arrastrando,
un siete de noviembre del año veintitres
y ni cinco, ni cuatro, ni tres,
sólo un burrito pequeño
amarrado por el pie.

En la plaza de la cebada
a la horca lo han subido,
por la orden de un Borbón,
qué de Dios se cree el hijo.

Su cabeza también cercenada
hacia el sur viaja
para que no olviden en Andalucia
quien en España manda.

06 noviembre 2011

De un personaje de Morón, Antonio Teréñez.

Quiero saldar una pequeña cuenta que contraje con mi amigo, el Niño Gilena y también conmigo mismo, pues hacía ya tiempo que quería hablar de un personaje qué fue de Morón muy conocido y por este que escribe muy querido, pues era mi tío, Don Antonio Teréñez. Nos dejo hace unos años, pero estoy seguro de que mucha gente, sobre todo de mi edad y mayores que yo, podrán recordarlo.
Era Teréñez un hombre que se hizo a sí mismo, de la forma que solían antes los hombres, con tesón, trabajo duro y perseverancia. Gran profesional en su campo, titulado como delineante, podía darle mil vueltas a muchos ingenieros y arquitectos, tal era la cantidad de conocimientos que atesoraba y como prueba de ello, sólo te diré que en Morón, cualquiera que necesitara consejo en tales áreas, no dudaba en buscar a Teréñez.
Era Antonio un hombre culto, forjado por la incansable lectura de infinidad de libros, de los temas más variados. Gran amante de la música y apasionado hasta el artazgo de nuestro flamenco. Incansable viajero, recorrió medio mundo cuando la mayoría la gente no iba más allá de las playas de Cádiz. Desde de la U.R.S a la China más comunista, desde los países de Sudamérica a las naciones de Europa, recorriendo también toda España, llevando con gran orgullo su pasión por Andalucía y Morón, dejando siempre muy claro cual era su origen y raíces.

Pequeño de estatura, enjuto y pobre de carnes de tanto sobrarle nervio, vicioso de maneras y gran gesticulador al hablar de pura pasión y empeño que ponía en las conversaciones, de cabeza pequeña y escaso pelo, cubierto siempre con la boina. Encorvado sobre los pasos rápidos de sus pies, que parecían ir independientes del resto del cuerpo, se le podía ver de su casa en el Arrecife, al Pozo Nuevo o la calle Nueva.
Moderado en el comer y beber, gustaba de tomar alguna San Miguel con tapa en casa Manolo, frente al sindicato, de donde elogiaba los callos con tomate, tan del gusto de las gentes moroneras. Raro era el sábado que no subía, a la hora del bermut, a disfrutar del aperitivo y encontrarse con algún viejo amigo, que los tuvo de lo más florido de la Villa. Bético como era hasta las canillas, gozaba de conversación que elogiara a su Betis y si era posible meterse con el Sevilla y su afición.
La verdad es que poca gente he conocido con tan vastos conocimientos en arte, cultura y costumbres de Andalucía, siempre elogiando nuestra particular forma de usar el castellano, de nuestra habla andaluza, que él defendía como seña propía de identidad que debemos defender y conservar.
Muchas cosas aprendí de Antonio Tereñez, no sólo en el ámbito profesional, pues mi vida profesional es fruto de lo que me enseñó, sino también y más importante, el amor por lo nuestro, por nuestra cultura andaluza de la que me enseñó a sentirme orgulloso por ser mis raíces.

Valgan estas letras, como póstumo agradecimiento y reconocimiento, que quizás sirvan para que vuelva su persona a la memoria de aquellos que estas lineas lean, teniendo en el recuerdo aunque sólo sea instantáneo, a Don Antonio Teréñez Orellana.

04 noviembre 2011

EL CASTILLO DE "IRAS Y NO VOLVERAS"

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Releyendo esta mañana una noticia publicada en referencia a la visita de no se qué notables del turismo a este noble rincón para la inclusión del mismo en rutas, paseillos y verbenas vacacionales, discurrí en mi mala sesera el darme un paseito antes de la llegada de la noble comitiva por los lugares que, a mi parecer, pudiesen servir de reclamo para la visita de este rinconcillo cuasi blanco.

En estas me andaba cuando decidí subir las laderas de San Miguel y adentrarme en las terroríficas escombreras que coronan las calles de la villa. No es que me sorprendiera en demasía el abandono de sus murallas y torreones, pues desde que tengo uso de mi poca razón están desvencijadas y ruinosas, ni tampoco esperé encontrarme un vergel de plantas o árboles que no fueran las secas cardancheras que sirven de jardín a la torre gorda, lo que sí me sorprendió fue el asedio de basuras y mierdeces que han conquistado el recinto. Jamás podría yo imaginar que un lugar amparado por la ley de patrimonio histórico, se encontrara en esa situación: Pintadas por doquier, bancos arrancados, contenedores quemados, papeleras abandonadas, alambrados por los suelos...En fin, una imagen más propia del Afganistán más taliban que de un pueblo sevillano.
Me pregunto yo cómo queremos de esta forma promocionar la historia y el turismo de la villa, supongo que no enseñando esta inmensa troje.

En estas cavilacines estaba cuando me dio por pensar cuánto tiempo hace que esto está así y, al darme la vuelta para dejar aquella horrible ensoñación, una imagen en mi retina me sacó de mis dudas: A mis pies, medio rota, había una botella de Mirinda y una Coca-Cola- de cristal de a litro.
Con las mismas y esquivando las mil y una trampas de latas cortantes, cristales rotos y trozos de alambres, decidí volver sobre mis pasos recordando aquel cuento que escuchaba en mi niñez sobre un castillo llamado de "irás y no volverás", o ¿no era un cuento?.

En fin, como dice mi compadre Paco: “Es que somos malos”.

Atentamente;

El Niño Gilena