24 mayo 2011

CRONICA DE UNAS VOTACIONES

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

En la tarde de ayer, en el coso taurino de Morón de la Fromtera, se lidiaron 23.044 votos de la ganadería andaluza de la provincia de Sevilla. Casi tres cuartos de entrada y sol en los tendidos reflejaron las siguientes suertes:

Abría la corrida el novillero Oscar Jurado, "el niño sin papeles", que marcando por la izquierda y con unos naturales vistosos, supo llevarse a su primero de la tarde al terreno que le fue más favorable. Cortó una oreja en el primero y dio la vuelta al ruedo en su segundo.

El segundo de la tarde de nombre "pececito" para el diestro (perdón, torero, que de diestro no tiene nada) Alejandro Alvarez. De rojo sangre y martillo volvió a darle mas sinsabores que alegrías. Flojo con el capote, deslucido con la muleta y con dos estocadas poco certeras salió de los alberos como entró: Con la cabeza gacha y con más pitos que palmas.

En el cuarto llegó el adebacle de la jornada con un toro recio, con buenas hechuras y que hubiese sido una puerta grande si se hubiese sabido torear, Alfonso Angulo, "el niño del seminario", ni supo ni pudo, toreó con una derecha demasiado alta trayéndose el toro cara al sol. Sin acercarse siquiera a los medios escuchó tres avisos, los pitos del público y una lluvia de almohadillas que hizo que saliera escoltado por la benemérita.

Se sabe que no hay quinto malo y, para que la entrada valiera lo que costó, el torero Juan Manuel Rodríguez nos deleitó con una faena de las que hacen época, ante un toro complicado de los que guardan en las puertas del infierno se plantó a portagallola, recibió, templó con el capote, marcó unos naturales lentos con elegancia y saber hacer, mató recibiendo y cortó dos orejas y el rabo, cosa ésta que le valió la salida por la puerta grande. Eso sí, lo sacaron entre cuatro, no por ninguna herida, sino por la hechura del mozo, que es más bien porte de picaor.

Atentamente;

El niño Gilena

20 mayo 2011

PERSONAJES DE MORON (EL MANTICHI)

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Te traigo hoy otro personaje para dejarlo impreso en la piedra de la memoria, ya que por sus cualidades, o por la falta de las mismas, quedará marcado en el cuadro de esos paisanos que, sin ser ilustres o sin merecerlo, pasan por la historia de tus calles.

Al personaje que hoy te miento le fue dada la gracia de Miguel y Romero por parte de padre, que no por la mata que perfuma las dehesas del Parroso. Como ese nombre te dirá poco, te contaré que por herencia de abuelo lleva el apodo o tercer apellido, como a mi me gusta decir, de "Mantichi", cosa ésta que, como cuenta la leyenda, le fue apodado una vez que al abuelo lo largaron de un cortijo y por todo equipaje llevaba una manta al hombro. Sus facetas más conocidas en esta notable villa han sido la de restaurador o tasquero aventajado del Pozo Loco, donde se comían las pechugas empanadas más grandes y sabrosas que he probado en mi vida. Más la fortuna de su infortunio hizo que, buscando algún remedio para una hermana pequeña de la lepra como es la psoriasis, diese con una pócima milagrosa para unos y sacadineros para otros que lo han consagrado con el doctorado moronés en curanderismo santonero y obras varias.
De sus aficiones, pocas cosas que no sepamos, Don Juan de ocio y vicio siempre va acompañado de alguna amiga que, como él cuenta, suele ser de dudosa cuna, buenas cachas y altas ubres. Como deporte predilecto practica el antiguo arte del "Jilei", sí, ese de sota, caballo y rey, con el que reparte parte de las ganancias de lo antes mentado. Más si por algo se caracteriza nuestro notable personaje es por no volver la cara cuando se le pide un cante, templando por fandangos,tangos o bulerías alegra con su sonsonete de arrabal cualquier sarao que se presente y a más y más si se le cede algún balcón donde rezar por saetas a cuantos cristos y vírgenes que por primavera pasean.
En fin, mala cabeza para unos, salvador para otros, milagrero para unos cuantos, y cantaó pa los que quieran perdonar, siempre será recordado sobre todo en las tascas de este pueblo.

CON UN FANDANGO EN LA BOCA
Y SAETAS DE CORAZON,
CON UN FANDANGO EN LA BOCA
LE VA CANTANDO A SU PUEBLO
EL MANTICHI DE MORON.

Atentamente;

El niño Gilena

12 mayo 2011

"TE LO JURO POR MI MARE"

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

¡Qué bonito está todo en esta cuaresma laica de campaña de elecciones!.
Hay que "ve" lo bien que habla mengano, y ¡cómo va a dejar las calles cetano!. "Po anda", que lo que quiere hacer fulano...
Sí señor, en este tiempo que va desde que por paredes, muros y pancartas se cuelgan "las afotitos" de los que sueñan con la vara consistorial hasta el día del papelito en las urnas, a todos los postulantes se les enciende la bombillita de la sesera y empiezan a desparramar fantásticas y fabulosas ideas que convertirán a estas tus calles en el parnaso de la Sierra Sur.
Todas las gargantas de los opositores a corregidor toman prestada la lámpara de Aladino y, ante el "vóteme usted a mí y le serán concedidos tres deseos", recorren entre fiestas por bulerías y coplas de café cantante los barrios de esta villa.
Pero ya sabemos del refrán que dice: prometer, prometer, hasta meter (el papelito en la urna) y una vez metido, se me olvidó lo prometido, o en lenguaje políticamente correcto: me quedé sin presupuesto.
Y digo yo: ¿hacen falta cuatro u ocho años para que algunos se den cuenta de las necesidades y que carencias que tenemos?.
¿Seguirán siendo tan inocentes algunos parroquianos para dar otra vez el voto al que ni quiso ni pudo?.
En fin, que como dicen los calés, al que pregone y no cumpla debería entrarle un dolor que mientras más corriera, más le doliera, y si parara, reventara o, como nos gusta a los costumbristas, nos valdría con que, desde el atril donde se empiezan a pregonar las buenas nuevas que van a traerse, todo acabara con el consabido pacto pueblerino de "TE LO JURO POR MI MARE".

Atentamente;

El niño Gilena

03 mayo 2011

DEL POSTILLON ANDALUZ PEDRO SERRANO




Va de héroes compañeros.




Hoy, camaradas, aprovechando estas fechas de primeros de Mayo, vengo a contaros una historia de héroes. La de un joven andaluz llamado Pedro Serrano, tocayo de otro valiente, del cual ya os contaré otro día algo. El de hoy, era un joven de Aandalucía, postillón y correo en aquel año de 1808 y que por las circunstancias de la Historia, le toco vivir una hazaña que protagonizó y que en esta España nuestra, pasó al olvido de la mayoría y a los sueños de unos pocos. Ahí va la corta narración de su proeza y que valga esto como humilde homenaje.




De lo sucedido en Madrid el 2 de Mayo de 1808, de todos es, o debiera ser sabido, así que no haré ninguna referencia a lo sucedido y porque nuestra historia comienza cuando termina la otra.




Ocurrió, que tras las fuertes represiones de las tropas napoleónicas hacia el pueblo de Madrid, muchos intentaron y consiguieron llegar a poblaciones cercanas, con la intención de escapar de represalias y para cobijarse en lugares más seguros que la capital del Reino. De esta forma la noticia llegó hasta la población de Móstoles. Alertada ésta por los acontecimientos, decidieron sus Alcaldes redactar un bando alentando a todos los pueblos de España a ir al socorro de del pueblo de Madrid.
Para llevar dicho correo, se prestó voluntario el postillón Pedro Serrano, considerado uno de los mejores jinetes y que coincidió estar en Móstoles en aquel día.
Pedro salió a las siete de la tarde del 2 de Mayo, con destino a Andalucía através de la carrera real de Extremadura, cubriendo a uña de caballo, la distancia de doscientos kilómetros en menos de veinticuatro horas, llegando exhausto a la población de Casas del Puerto, no sin antes haber extendido la noticia por las poblaciones que pasaba y dejando copias del bando en Navalcarnero y Talavera de la Reina, donde el corregidor Pedro Pérez de la Mula, dictó otro bando para ser diseminado por todos los pueblos cercanos. Así, nuestro joven compatriota andaluz, cumplió con su deber, anteponiéndelo a él mismo.




Poco más se sabe de Pedro Serrano, sólo que recuperado, siguió camino de Andalucía, donde llegó repartiendo la infame noticia, por la zona norte de Huelva y Sevilla el 5 de Mayo de 1808.




Lo que vino después, ya todos lo sabemos y de como gentes sencillas como Pedro, lucharon juntos por la libertad.






TEXTO COMPLETO DEL BANDO DE MOSTOLES.



"Señores Justicias de los pueblos a quienes se presentase este oficio, de mí el Alcalde de Móstoles:
Es notorio que los franceses apostados en las cercanías de Madrid y dentro de la Corte, han tomado la defensa, sobre este pueblo capital y las tropas españolas; de manera que en Madrid está corriendo a esta hora mucha sangre; como españoles es necesario que muramos por el Rey y por la Patria, armándonos contra unos pérfidos que so color de amistad y alianza nos quieren imponer un pesado yugo, después de haberse apoderado de la augusta persona del Rey; procedamos, pues, a tomar las activas providencias para escarmentar tanta perfidia, acudiendo al socorro de Madrid y demás pueblos y alentándonos, pues no hay fuerzas que prevalezcan contra quien es leal y valiente, como los españoles lo son.
Dios guarde a Vuestras Mercedes muchos años.
Móstoles dos de Mayo de mil ochocientos y ocho.
Andrés Torrejón. Simón Hernández".

PERSONAJES DE MORON (EL CHARRITO)

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Te traigo hoy otro personaje para dejarlo impreso en la piedra de la memoria ya que, por sus cualidades o por la falta de las mismas, quedará marcado en el cuadro de esos paisanos que, sin ser ilustres o mereciéndolo, pasean por la historia de tus calles.

Con el nombre de Juan José le fueron echadas las aguas por el convulso año 36 del siglo que ya murió, con lo que se topó de cara con aquellos años de guisos de cardanchos, pan negro y cafela de estraperlo. Empezó a picar en letras en el colegio de El Castillo, más la mengua de perras chicas lo obligó a matricularse en el arte de "el de Tormes". Desde ayundante de presbítero a "mandaero" ocasional, no sin olvidar su corta carrera en la carpintería fina de los hermanos Martínez, fueron pasando sus años de zagalillo.

Pariendo la mocedad, el maestro Quesada le espabiló el ascua del conocimiento azuzándolo a los ballicheres superiores, se diploma en la lengua de los hijos de la Gran Bretaña, con la que pasados los felices años de los Agromanes, decidió emigrar más allá de los mares de pipitas del Torrejón y las dehesas de Arenales, a la ínsula americana de la base moronera y ganarse la soldada con la plática de lo aprendido. Dean durante seis lustros de una librería y cuarenta y una vueltas al sol narrando las crónicas de esta noble villa, han pasado setenta y cinco calendarios hasta que alguna mente cabal, para quedar pagada la deuda de la novena de libros publicados, haya decidido vestir con la gracia de este notable una biblioteca en los confines de canillas.
Hoy podemos verle en su paseo diario, toldo de cabelleras, con el paso del que no tiene prisa y mirar curioso y excrutante, mientras que en su mente se escribe con tinta de Larra, compás de Lope y cachondeo de Garmendia, las mil y una historias que por Arunci hacen parto.
De tertulia de rebotica o charla de barbería, conocedor de la historia como no podía ser de otra forma al formar parte de ella, alopécico de lengua y con espolones de gallo moronero a la hora de criticar, nos riega tres días por semana mordacidad si lo estima, elogios si son los justos o exaltaciones si se merecen con un sonsonete de palabras y compás de bulerías negras.

Solo me queda una duda a la que por vergüenza o falta de conocimientos no he llegado a enterarme y es si su consabido apodo, sí, el de “CHARRITO”, le viene por ser hijo de salmantino, por haber sido ginete en la tierras de Quetzalcoatl o, y lo más comun, por portar como todo moronero ese tercer apellido que no sale en los papeles, pero es la mejor manera de identificar qué rastra traes o de qué hierro vienes.

PD: Quisiera permitirme la licencia de mentar la deuda que con él contraigo desde hace un cuarto de siglo y que ascencía a 495 pesetas de las de Franco por la compra de un libro, que tuvo la voluntad de fiarme y yo la poca vergüenza de no pagarle, ya que mis ansias de lecturas eran más grandes que los cuartos que mi padre me estimaba de salario. Más, como queda dicho y, cruzarmelo, me lo cruzaré, ya ajustaremos cuentas, eso sí, con réditos y alcabalas.

Atentamente;

El niño Gilena