14 septiembre 2016

CAVILACIONES EN MI AZOTEA. Vuelta al cole.



VUELTA AL COLE
Hace unos días estuve preparando el material escolar para mi hija. Empieza en la escuela y este curso ya va a primero de primaria, lo que en mi época se llamaba primero de E.G.B. El nombre ha cambiado y seguro que la pedagogía también, pero sin embargo hay cosas que siguen igual. No cambia la ilusión de los primeros días, del cambio de ciclo a uno superior en el que aunque con seis añitos, ya se cree mayor. La ilusión por los nuevos materiales, los lápices, las gomas de borrar y el estuche. Un cuaderno a estrenar y muchas ganas de hacer cosas. Habrá nuevos amigos y habrá reencuentro con los ya conocidos. También nueva maestra, que guiará sus pasos durante todo el curso y logrará cambios a veces imperceptibles.

Es curioso y no sé si le ocurre a todo el mundo, pero yo soy capaz de recordar todas las maestras y maestros que tuve en E.G.B, desde primer curso hasta octavo. Y lo mejor es que para mejor o para peor, todos dejaron alguna impronta en mí.
Muchas caras que pasan por mi mente relacionadas con esa época de mi vida, desde la infancia a la adolescencia. Días y momentos que quedan grabados como una fotografía de sentimientos. Colores que para siempre quedarán impresos en la memoria de la vida. Aquellas aulas, aquellos libros y aquellos juegos de la infancia.

Ahora veo a mis pequeños ir a la escuela, con esa felicidad inocente que los mayores fuimos dejando, trozo a trozo, por el camino de la vida. Aquella inocencia infantil que perdimos, pero que teníamos que haber conservado para siempre.

"LA AFOTO"

VENGA NIÑA, QUE NOS VAMOS PA LA FERIA
OLE, QUE ARTE

07 septiembre 2016

"LA AFOTO"

Aunque es septiembre, aún hace calor y se aprovechan los últimos días de piscina. Aquí estoy en la mediana, aya por el año 1976. Notese el flotador de Mortadelo y Filemón comprado an´ca Pérez, en la calle Utrera.

05 septiembre 2016

"LA AFOTO"



No haría ni un año que el hombre se había dado una "güertecita" por la luna, cuando el padre de la criatura y el que suscribe combatían los rigores de la canícula con un refrescante chorreón de agua que mi madre nos repartía desde la pila del patio, y como podéis ver, ahí estaba el tío, en su jacuzzi de latón y, a falta de un gin-tonic premiun, un chupete de la botica de Juanito, el de la calle la romana.

Atentamente;

El niño Gilena