Estimado Pueblo:
Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.
El mundo al revés, sí señor. En los tiempos de mi padre se gritaba: “que vienen los grises” y en los nuestros: “que vienen los piquetes”. Supongo que sabrás que te estoy hablando de la “juerguecita” general del otro día. Como pudiste ver, la mañana empezó jodida, sobre todo para los que decidimos, por una u otra manera, ir a trabajar. Para empezar tuve que sustituir mis 12 gramos de café, prensado y percolado de magnificas maneras en la taberna Retamares, por una achicoria de pucherete, hecha en un cacillo al calor de anafre. Menos mal que tabaco sí tenía, porque si no sí que se enteran los piquetes.
Una vez en la calle, el silencio era sepulcral y no por lo temprano de la hora sino por haber, según mi entender, tomado la decisión la mayoría del pueblo de consumar este día de protesta. Una vez en el coche me dispuse a realizar mi diario vía crucis a Sevilla pensando que, por lo menos en el día de hoy, no encontraría las consabidas caravanas a esas tempraneras horas mañaneras. Pero tonto de mí no conté con que los inteligentes en suma de los piquetes, para que nos sirviera de información y reflexión, habían tirado en la vía que nos sirve de cordón umbilical con "Selva la Vari" palés de madera y gomas de camión rociadas con gasolina, que digo yo que, más que adoctrinados por los pensamientos de Marx o Lenin, parecían que estaban alentados por el FMNI. Me hubiera gustado preguntarle a algunos de los que consumaban el hecho si se habían parado a pensar qué pasaría si en esa tremenda cola de utilitarios hubiese una ambulancia con una señora a punto de parir o un anciano necesitado de cuidados urgentes. Entonces recordé que una vez me contaron cómo seleccionan al personal para realizar un piquete y es que parece ser que realizan varios exámenes de comprensión, capacidad de comunicación, inteligencia innata y un test sicológico. Pues bien los que logran catear todos esos, esos sirven para piquetes.
En fin, siempre he creído que los sindicatos estaban para defender los derechos de los trabajadores y uno que es de los principales es el derecho a la huelga y digo derecho, no obligación, con lo que en resumidas cuentas, si a mi padre lo jodieron los grises a mi me joden los piquetes. Esto no hay quien lo entienda.
Atentamente;
El niño Gilena.
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