21 marzo 2012

LO CARA QUE ESTA EL AGÜITA

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Pues en resultando que a un hijo de mi hermano, y por defecto sobrino mío, empezara bien con Dios, decidieron sus padres hacer regocijo eclesiástico este pasado domingo y duchar por segunda vez a la criatura en la pila bautismal de la Victoria, con lo que padrinos, padres y acompañantes decidimos ponernos de punta en blanco y a la misma hora que el Papa se pega el primer leñazo nos situamos en las dos primeras bancas de la poco concurrida iglesia.

Yo, poco amigo de sermones y beateos, soy de los que se le hace largo hasta una presignación, pero mira por donde ésta no se me engollipó demasiado pues en poco mas de un cuarto de hora mi sobrino y otra chiquilla del mismo cuerpo estaban bendecidos, aguados y regalados con un padrenuestro, con lo que antes de que me enterara ya estaba yo echando el cigarrito ansiado después de cualquier misa.

En fin, que mientras me metía entre pecho y espalda medio cigarro en dos caladas vi que mi hermano se dirigía presto a la sacristía, a cumplir con la sempiterna costumbre de la limosna y yo, picado por la curiosidad, le pregunté con cuánto había regalado las arcas de nuestro señor Jesucristo, a lo que me respondió que con 20 euritos. No está mal le comente, a lo que él me respondió que previamente había tenido que pagar otros 50 en cuestiones de tasas, registros y no se qué papeleos cristianos mas, con lo que se me quedaron dos caladas dentro porque, digo yo, o el agua bendita ha subido mas que la de Emasesa o todavía no se han enterado en esta parroquia lo que hizo un tocayo mío de Nazaret con los que querían comerciar en el templo.

En fin, ya entiendo yo porqué van quedando tan pocos devotos, y es que pertenecer a este club es una jartá caro.

Atentamente;
El niño Gilena

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