Cavilaciones
en mi azotea.
Se acabó
el carnaval
Se acabó
el carnaval y nos metemos en tiempo de cuaresma y aunque yo no sé mucho de
estas cosas del folclore religioso, sí sé que se acerca la Semana Santa y como
cada año, cargo el coche y con la parienta y los churumbeles me voy “pa´l” Sur.
Porque como bien sabes, amigo mío, la Semana Santa es mi semana de viaje y
vuelta al terruño. Vuelta a muchas sensaciones y recuerdos, vuelta al pasado y
encuentro con el presente.
Aunque no
soy religioso y creo en la Iglesia Católica menos que en un político del PP, la
verdad es que la parafernalia “semanasantera” me gusta. Más que nada porque
Andalucía entera se pone más guapa que nunca, con el fulgor de una primavera
que lo inunda todo, con olor de tomillo y romero, fragancia de azahares en todas
las ciudades. Con los campos de mil colores y cielos limpios. Los ríos y
arroyos pletóricos de vida nueva.
Época
esta, en que nuestros pueblos y ciudades se vuelven más hermosos bajo el Sol
claro del Sur. Ciudades que se engalanan, brillando como estrellas en el
firmamento y entre todas ellas, la que más reluce en primavera, nuestra
Sevilla.
Pues eso
compadre, que me place la cercanía de este tiempo que espero con la misma
ilusión que un niño.
Un moronero en Navarra
Un moronero en Navarra
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