Estando como
estamos en fechas cuaresmales, me parece normal que te encuentres a un cofrade
hasta debajo de las enaguas de la mesa camilla y la verdad sea dicha, ni me parece
mal, ni me niego a ello. Allá cada cual con sus ideas y Fe. Es hasta
entretenido, tanta tertulia, tanta exaltación, tanto cofrade nerviosito por lo
que se le viene encima cuando llegue la Santa Semana. Que conste que yo me
alegro, pues si no fuera así, la Semana de Pasión sería pobre, aburrida y sota.
Vamos que no iba ir a verla nadie, excepto los creyentes de verdad, claro.
A mí me gusta la
Semana Santa y suelo bajarme al pueblo por estas fechas y disfrutar de pasos,
penitentes y bandas de música. Aunque creo en la Iglesia Católica lo mismo que
en un trilero, pero me gusta el folclore de mi tierra y hasta ver tanto paso,
me hace reflexionar sobre aquel judío, que poco tiene que ver con toda esta
parafernalia. Hasta soy capaz de aguantar a tanto repeinado, con camisitas de
marca y cinturón de banderitas españolas y seguro que los de Morón ya saben a
quienes me refiero.
Pero hay algo que
me cuesta tragar y hasta me rechina. Me refiero al cariz político que hay en
todo esto de la Pasión por la Semana Santa y no me voy a referir a banderita
roja y gualda hasta en las torrijas, ni a tanta marcha de granaderos al cierre
de pasos.
Con esta carta me
voy a referir a la columna de opinión que en la cadena SER de Morón tiene los
martes el Sr. Ledesma y que vaya por delante, que él es muy libre de exponer lo
que le venga en gana, pero suponiendo que está ahí para hablar de la Semana
Santa y todo su universo, no sé a qué viene a cuento por ejemplo, meterse con
el partido político PODEMOS o decir que el día de Andalucía quedó eclipsado por
la llegada de no sé qué imagen de no sé qué Santo, denostando tan importante
día.
Perdóneme la
crítica, se lo ruego Sr. Ledesma, pero no sé por qué, tanta parafernalia de
cofradías, Pasiones y Fe, tiene un tufillo a derecha anquilosada y decimonónica,
que a veces fastidia y hasta hace renegar de estas cosas. Quizá me equivoque,
no pretendo estar en posesión de ninguna
verdad, pero vista la Semana Santa de Morón desde fuera, le prometo que apesta
a sobaco de sotana y humedades de sacristía, a señorito de otra época y a mucho
aparentar. Pero también comprendo, que eso es lo que sigue siendo la Iglesia
Católica la derecha que le sigue el juego y aunque no nos guste, en esto se
basa nuestro folclore.
De todas formas,
reciba un cordial saludo Sr. Ledesma y aunque no tengo el placer de conocerle,
espero verle por Semana Santa, cuando baje para mi pueblo.
De un moronero en Navarra.
De un moronero en Navarra.
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