Estimado Pueblo:
Espero que al recibir la presente te encuentres bien, yo bien, gracias a Dios.
Hoy quiero compartir contigo los malos tiempos que corren dada las circunstancias para los que, como yo, gustan más de dar que recibir (entiéndase como se quiera). Y no me refiero a la crisis económica que nos asola y desampara, no, me estoy refiriendo a las grandes trabas que las modas actuales en la forma de vivir ponen para seguir practicando el noble arte del regalo. Me explico:
El problema empieza en los bautizos que, como los padres por creencias u otras tonterías no tienen a bien a realizar, te quedas sin hacerle el regalito a la criatura.
Seguidamente, viene el antiguamente gran día del santo, que ya derivado por el ingenio o el raro gusto de los padres, por mucho que uno busque en el almanaque el nombre de la criatura no viene por ningún lado.
Del ratoncito Pérez ya ni hablamos, pues ahora cuando se le cae un dientecillo a una criatura falta tiempo para llevarlo a una de esas clínicas donde sales con una sonrisa de cine y más trampas que un bosque, por lo que de meter el diente bajo la almohada, nada de nada.
La comunión, la comunión...si el niño no está bautizado, ¿cómo coño va hacer la comunión?.
El aguinaldo ya lo van a quitar del diccionario.
Los Reyes ya no son un regalo, pues desde que liamos a los pequeños entre Papa Noel, Santa Claus, Reyes magos o una tienda" mu" grande que se llama Toys r us, prácticamente pasa a ser un mero trámite que ocurre cada primero de año.
Después llega lo más complicado, pues entre que la gente se amanceba, vive en pecado o se casa siempre el año que viene, los sobrecitos pequeños y blancos se te apulgaran en el cajón de la cómoda por muchas bolitas de alcanfor que le metas.
Seguimos con el día de los enamorados, del padre o de la madre, de los cuales como se ha corrido la leyenda de que son inventos de El Corte Inglés con escalera, pues, ahí te quiero ver Maribel...
Y así solo nos queda hacer el regalito de conmemorar la carrerita que estas echando dándole vueltas al sol. Y cómo corre esto buscando el traje de tablas, bien llamada cumpleaños.
En fin, se veía venir, pues hace algunas ferias que el cordobés vende búcaros de la feria, no nos agasaja con su cancioncilla:
¡PARA TODO AQUEL QUE QUIERA PRACTICAR EL NOBLE ARTE DEL REGALO¡.
Atentamente;
El Niño Gilena
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