12 abril 2011

PERSONAJES DE MORON (DON RAUL)

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Te traigo hoy otro personaje para dejarlo impreso en la piedra de la memoria, ya que por sus cualidades o por la falta de las mismas, quedará marcado en el cuadro de esos paisanos que, sin ser ilustres o sin merecerlo, pasan por la historia de tus calles.

El personaje que hoy te miento no es de nacimiento moronero aunque, por sus actos y cariño a este rincón, se debería proponer tenerlo aunque fuese de "hijo ilegítimo" o "adoptado" de la villa. No creo que llegue a la cuarentena de años de existencia ni a la quinquena de residir y presidir la Parroquia de la Victoria, pero en este tiempo se ha grangeado la amistad del barrio, de sus contornos y de todos los aficionados al paseo procesional de todo lo que esté bendecido, pues es una de sus más destacadas aficiones, que cualquier día nos sorprende despegando la estatua de la santa que corona la plaza y dándole una vueltecita por la carrera oficial moronera. Según cuentan los que le tienen en estima, es amigo del buen yantar y los que no le tenemos por íntimos podemos intuir su amistad por la buena pringá del puchero de la hechura del amigo. Costumbrista en llevar hábitos lo es, aunque para mi gusto le falta ceñir un traje talar de los de antiguo con su bonete y rosario en mano. Siempre risueño y de buen talante se le ve junto a su casa parroquial, rodeado de mozalvetes adictos, que no adeptos, al noble arte del monaguilleo, o del brazo de alguna beatona aficionada a triduos y quinarios, riendo con esa sonrisa fresca que hace que se le achiquen los ojos. Cuentan las malas lenguas, que como en todos los sitios haylas, que anda sobradito de pluma, que de cuando en cuando se le escapa alguna o las bastantes para rellenar las almohadas de un cuartel de la legión. Pero eso a mi no me importa, con lo que me quedo de este personaje es que desde el púlpito de su vida hace feliz a mucha gente.

Don Raul (el cura de la Victoria)

Atentamente;


El niño Gilena

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