01 junio 2010

75 VUELTAS AL SOL

Estimado pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien,yo bien a Dios gracias.


Estando todavía la 2ª República en su cuarto año, y con la cercanía presente de los rigores del verano, cuando diose la alternativa en el coso de La Alameda, al fundador de la saga de esta terna de toreros de la barra, que con maestría, temple y duende, han sabido pasear con elegancia la filosofía del trabajo bien hecho.

Quince lustros repartidos en esfuerzos y dedicación al noble arte de servir a todo aquel que su umbral ha cruzado, quince lustros de hacer más amigos que clientes, quince lustros atesorados en mil imágenes que bordan esas paredes rebosantes de cante, baile, arte y devoción mariana.
Cuántas tertulias se forjaron entre esas paredes, cuántos noviazgos adeudados de esas tardes de domingo y esas noches de sábado ante una caña bien tirada y un plato de “cañaillas".
Quién no se ha bautizado en este pueblo, en estas setentaicinco vueltas al sol, en ese templo hostelero del corazón de La Alameda.

Hoy, echando la vista atrás y con la ayuda de mis mayores, vuelvo a ver a Don Pedro tirando la bandeja al suelo para alegrar a la parroquia con el susto improvisado de algún embelesado televidente. También veo a Don Indalecio hacer el milagro de los panes y los peces en días de feria, arrancando sonrisas y gracias a quienes, por muchos olvidados, cumplían la pena de la vejez en hospicios hospitalarios. Y, cómo no, veo a Don Manuel cargar el incensario con aromas de candelaria siempre que el reloj del tiempo marca la cuarentena para el Domingo de Ramos.

Por todo esto, y más que me callo y dejaré para cuando la redonda cifra de los 100 sea puesta, cual medalla en el pecho de esa terraza y portada de buen sitio moronés, me quito el sombrero una y mil veces antes la deuda que todo moronero tiene con tan loable saga, por haber hecho de este rincón afable de segunda sala de estar de las gentes de la villa.

Don Pedro lo parió
Don Indalecio lo crió
Don Manuel lo educó


Atentamente;
El Niño Gilena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario