14 marzo 2011

AVE MARIA PURISIMA




Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Si hay algo que me encanta de este período que va desde el miércoles ceniciento al domingo de Borriquita Salesiana son las visitas que realizo, con menos frecuencia de las que quisiera, a esos despachos antiguos donde, cual matahary pueblerino, en vez de dar el consabido buenos días natural es necesario soltar el antiguo santo y seña del "Ave María Purísima" y ser contestado con el esperado "Sin Pecado Concebida". Y he ahí donde se obra el milagro cuaresmal de poner a tu disposición toda una epístola de placeres reposteros realizados por mujeres en las que los tiempos se miden en credos y padresnuestros, donde la miel, la almendra, el ajolí y la harina son mezcladas en arcaicas recetas, muchas de ellas heredadas de almorabides y almohades, pues es sabido que lo bueno no entiende de cruces ni medias lunas.
En fin, que en esos tornos de nogal donde lo mismo te recogían un niño no deseado que se expendía limosna sin ver la cara de quién la recibía, espero con ansiedad la media docenita de pestiños aderezados de azúcar espurreada por manos clarisas, o esas pecaminosas (para la dieta) torrijas regadas por miel y vino de consagrar que por menos cuartos de lo que valen te canjean en la cresta de La Corredera.

Atentamente;

El Niño Gilena

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