27 febrero 2015



Cavilaciones en mi azotea.
Se acabó el carnaval
Se acabó el carnaval y nos metemos en tiempo de cuaresma y aunque yo no sé mucho de estas cosas del folclore religioso, sí sé que se acerca la Semana Santa y como cada año, cargo el coche y con la parienta y los churumbeles me voy “pa´l” Sur. Porque como bien sabes, amigo mío, la Semana Santa es mi semana de viaje y vuelta al terruño. Vuelta a muchas sensaciones y recuerdos, vuelta al pasado y encuentro con el presente.

Aunque no soy religioso y creo en la Iglesia Católica menos que en un político del PP, la verdad es que la parafernalia “semanasantera” me gusta. Más que nada porque Andalucía entera se pone más guapa que nunca, con el fulgor de una primavera que lo inunda todo, con olor de tomillo y romero, fragancia de azahares en todas las ciudades. Con los campos de mil colores y cielos limpios. Los ríos y arroyos pletóricos de vida nueva.

Época esta, en que nuestros pueblos y ciudades se vuelven más hermosos bajo el Sol claro del Sur. Ciudades que se engalanan, brillando como estrellas en el firmamento y entre todas ellas, la que más reluce en primavera, nuestra Sevilla.

Pues eso compadre, que me place la cercanía de este tiempo que espero con la misma ilusión que un niño.


Un moronero en Navarra



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