08 julio 2010

LA OTRA ACERA

Estimado Pueblo:

Espero que al recibir la presente te encuentres bien. Yo bien, gracias a Dios.

Hoy, en lo más tórrido de este veranillo moronés, he tenido que sustituir mi paseo matutino por una sentada de lecturas noticiales en el casinillo del pueblo llano de la Peña Bética. Y he aquí que como noticia destacada por los periódicos de las dos bandas, resaltan los grandes faustos de la semana grande de todo aquel que “cosa pa la calle”, es decir, Día del Orgullo Gay.

Esto me dió a recordar un personaje muy querido aquí en tus calles que no hace mucho nos dejó, y que, aunque viviendo a la vera mía, todos en el barrio se empeñaban en decir que residía en “la acera de enfrente”.

Supongo que ya lo tienes dibujado en tu memoria, ¿no?.

¡Sí, hombre!. Recuérdalo con sus pantaloncitos amarillos de pitillito, su camiseta a rallas de marinero y su eterno contoneo sujetando su inseparable amigo: el paquete de Ducados.

¿Recuerdas con qué jolgorio saludaba a todo muchacho de buen parecer?. ¿Recuerdas cómo disfrutaba de la venida de la base de los soldaditos de azulada figura?. Y sobre todo, ¿recuerdas de aquellas gracias y disparates que soltaba entre botellines de Cruzcampo y algún cubata de añaduría?.

Aun tengo en la memoria cuando dijo con aquel salero y gracia que le caracterizaba:

”Mira niño: Yo no soy gay de esos modernos. Eso es de Despeñaperros “parriba”. Yo soy maricón y a mucha honra”.

Supongo que en el día de hoy estará en la parte rosa del mas allá. Sí, allí donde nace el arco iris, cantando por Marifé y rodeado de toda una coorte de angelotes de tipo nórdico y rubias cabelleras, tirándonos confetis de sonrisas y alegrando con chascarrillos el sarao de su gran día.

IN MEMORIAM DE UNA GRANDISIMA PERSONA.

FERNANDO (Para el que lo quería: La Fernanda)

Atentamente;

El niño Gilena

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