31 marzo 2015

La Napoleona de Andalucía



Cavilaciones en mi azotea.

Susana Díaz, la Napoleona de Andalucía.

Pues sí, la Napoleona le voy a poner, pues mira que es buena estratega la moza y es que a esto no hay quien le gane. Ya quisieran otros tener a semejante generala, aunque los del PP no se quedan cortos, mira también alguna de las señoras que están entre sus filas. Me parece a mí que si cogemos a la Aguirre, a Cospedal, a Susana Díaz y a alguna otra, las montamos en un barco y la mandamos a hacer del mundo España, como en el siglo XVI, recuperamos el imperio. ¡Qué barbariá!, mujeres al poder sí, pero ¿tienen que ser estas? Aunque sería tener muy mala leche mandar al resto del mundo semejante cuadrilla.
Bueno, yo a lo mío, que algo se me va al cielo y no sé si es un Santo. Había llegado a lo de llamar a la Presidenta de la Junta, la Napoleona. No me negaran ustedes, que en estas guerras de poder, nuestra “emperaora” ha tenido un movimiento sublime. Es que hay que ser bueno para manejarse de esta forma en el campo de batalla y encima quedar como una cándida mariposilla que pasaba por allí. Que arte, que parla y que mala leche.
Y así como el que no quiere la cosa, la Napoleona ha pillado en bragas  al PP al que se le ha “meao” al ojo, ha cogido a PODEMOS sin la suficiente fuerza y a los pobrecitos míos de IZQUIERDA UNIDA los ha enviado derechitos a la misericordia.
Qué mujer, en un momento ha hecho el veni, vidi, vinci. Para el pueblo andaluz no sé si lucha, pero para establecer su permanencia y poderío...¡ostia! A ver quién echa un órdago así y le sale bueno. Mira que los del PSOE lo tenían feo, con “to” lo que han robado y han machacado Andalucía. Que llevan más de treinta años en un monte de oregano y “pa” ellos nunca se acaba, los “jodíos”.
Pero con tanto vivir bien de esta gente, en qué lugar se está quedando mi tierra. Pues anclada sigue en un tiempo pasado de servilismos y limosneos, de gente aferrada a épocas miserables. Soy de una tierra de caciquismos eternos, que si antes eran Señoritos ahora son políticos y funcionarios.
Mil veces sean malditos aquellos que, teniendo la llave de la prosperidad y del camino de las luces, hayan preferido seguir en una Andalucía oscura, siempre posicionada en el peldaño de abajo, donde el resto les cagan encima.
Sean mal llevados aquellos que se aprovechan de un pueblo adormecido por tanto incienso, tanta Virgen bajo palio y tanto redoble de tambores. Adormecido por años de desidia y aburrimiento. De años buscando triquiñuelas para sacar cuatro cuartos y tonto el último. Años de dineros perdidos que daban igual de dónde venían y adónde iban. De años retrocediendo hacia el pasado.
Pero injusto sería, si con mi carta diera la impresión de que todos los andaluces son iguales a los que describo. Mentiría si eso dijera.
De mi tierra salen gentes de luz, gentes cultas y trabajadoras. Con más mérito incluso que las gentes de otros sitios,  pues abrirse camino aquí es doblemente difícil. Gente luchadora que se ha ganado el respeto en todos los rincones del mundo a fuerza de sudor y trabajo.
 El objetivo de cualquier político, debería ser hacer de Andalucía ejemplo de prosperidad y riqueza. Ser luz de guía para cualquier otro pueblo y no quedarse en lo que hacen todos, ir tirando para adelante como sea y simplemente permanecer en el poder y que aquí me las den todas.
Susana Díaz, si no es usted capaz de conseguir lo mejor para Andalucía es que no es merecedora de estar ahí. No luche por el poder como tal, sino por Andalucía.
Y con esta carta, se acabó de hablar de política, de políticos y de miserias.

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